Notas y Publicaciones

ATAQUES DE PÁNICO: ¿Un mal de nuestro tiempo?

Es cada vez mayor el número de personas que recibimos afectadas por este transtorno.En general, antes de llegar a la consulta psicológica, los pacientes refieren haber hecho un peregrinaje de médico en médico, sin obtener ni respuesta ni solución a su padecimiento.

También los familiares se ven afectados, dado que es muy angustioso no saber qué les pasa ni cómo ayudarlos, más confundidos aún ante el hecho de que a nivel médico “ no les encuentran nada”. A partir de este momento comienza a considerarse que todo lo que sucede son exageraciones o simulaciones; es decir que la situación se complica cada vez más ya que se comienzan a deteriorar los vínculos familiares.

 

Síntomas

Suelen presentarse dentro de un cuadro general de ansiedad.Se caracteriza porque se produce en forma reiterada la aparición de “ataques de pánico” que se prolongan por unos minutos y los afectados se ven invadidos por un miedo aterrador, con la sensación de perder el control de si mismos, de enloquecer o de morirse.

A nivel corporal se manifiestan algunos de estos síntomas:

  • Taquicardia.
  • Palpitaciones.
  • Dolor de pecho, ahogos, nudo en la garganta.
  • Mareos, náuseas.
  • Sudoración.
  • Flojedad y hormigueo en brazos y pierna

 

En los intervalos entre ataques existe una excesiva preocupación y un gran temor a que reaparezcan dichas crisis.Un gran número de personas terminan recluidos en sus hogares y sólo salen en compañía de personas familiares, que los hagan sentirse seguros.Se suelen evitar los lugares donde hay mucha gente como los supermercados, shoppings, cines, ya que parecen ser sitios propicios para que se produzcan estos episodios por la idea inconsciente de estar solo y perdido entre tanta gente; ser uno más en la multitud es una vivencia que resulta insoportable.

Sin embargo, los ataques de pánico no siempre llevan a tener agorafobia (miedo a salir a lugares públicos).Tampoco las agorafobias se dan solamente en los cuadros de ataques de pánico.

Es importante destacar que generalmente, previo a la aparición de una sintomatología inherente a este cuadro, la persona se vio afectada por una situación de fuerte estrés (por ejemplo, una pérdida de muerte, robo , divorcio, amenaza de muerte personal o de un ser querido, desarraigo abrupto o forzado ); es decir, situaciones de gran presión o muy dolorosas que la sometieron a un gran esfuerzo psíquico y que moviliza la angustia de separación.

 

¿Quiénes y porqué?

En líneas generales quienes desarrollan este cuadro son personas con un elevado nivel de exigencia. En gran número de casos hasta el momento en que se manifestaron los síntomas, eran personas hiperactivas y muy eficientes; lo que llamamos personas sobreadaptadas.Pero también se ve en personas muy dependientes y temerosas. ¿Cuál es el común denominador en personalidades aparentemente tan opuestas como para que dé por resultado un transtorno similar?
Podríamos decir que el ataque de pánico es una crisis de angustia, por lo tanto se puede encontrar en cualquier cuadro de la psicopatología, como sucede, por ejemplo, con la depresión, que puede aparecer dentro de diversos cuadros.

En general, tanto la persona que se manejó como un adulto y en quien de repente se produce esta eclosión, como en la persona dependiente y temerosa, se esconde un niño con déficit en el desarrollo madurativo del área afectiva.La diferencia es que en el segundo caso, fue siempre bastante evidente y en el primero fue “disimulado” ya que se trata de personas que cuando eran niños y por diversas circunstancias debieron comportarse de un modo más adulto que correspondiente para su edad, dándose en algunos casos el haber tenido que ser padres de sus padres, o bien sufrido situaciones de separación forzada de la madre siendo muy pequeños, o situaciones de duelo por parte de la mamá a una edad muy temprana del niño, momento en el cual la libidinización y el sostén materno resultan fundamentales para la estructuración del psiquismo.

En algún momento de la vida, estas personas no pueden seguir “actuando” el papel de adultos y se produce la crisis.

En ambas situaciones los ataques de pánico son manifestaciones de angustia, como si dentro del adulto hubiese quedado “congelado”el temor angustioso del niño ante la separación de su mamá, por haber existido carencias muy importantes en relación a la función contenedora de sus madres, ya que es a partir de este vínculo que el niño va aprendiendo a construir la forma de defenderse del temor y la angustia provocados tanto por estímulos internos como externos.

Se trata de internalizar una madre lo suficientemente “buena” que sirva de sostén sin necesidad de la presencia concreta y real, lo cual hace posible la separación sin angustia.

 

Tratamiento

Existen diversos abordajes psicoterapéuticos para enfrentar esta afección.Se recomienda la psicoterapia asociada al tratamiento psico-farmacológico, así como también la intervención a nivel familiar para ponerlos en conocimiento de las características de este cuadro y en muchos casos ayudar a recomponer vínculos, que cuando la patología viene de larga data, suelen deteriorarse.

Los últimos estudios efectuados concluyen en que no existen grandes diferencias en los resultados, según se elija un tipo u otro de psicoterapia.

Considero que es tan importante el abordaje conductual aplicando diversas técnicas sobre las conductas de evitación, como el trabajo dinámico. Le doy especial importancia al vínculo terapéutico como base de la efectividad del abordaje técnico a realizar.

El porcentaje de recuperación es elevado, si bien es un cuadro que suele presentar recaídas.Es fundamental que se alerte al paciente de lo importante que es, ante la aparición de los primeros síntomas, se reinicie rápidamente el tratamiento a los fines de evitar complicaciones.

 

Lic. Silvana Santoro

Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense

 

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