Notas y Publicaciones
El déficit de atención en niños y adolescentes
Solemos escuchar a padres y docentes frases tales como “parece que no escucha”, “no responde cuando se lo llama” , “no presta atención”, “interrumpe a cada rato”, “está constantemente en movimiento”. Y también agregan: “es muy inteligente”, “cuando quiere, puede”.
Si a este panorama se le suman dificultades en la escuela es muy probable que se trate de un caso de déficit de atención (D.A.).
El déficit de atención se puede presentar de diversas formas. La mayoría de los casos está acompañado con hiperactividad: se mueven continuamente, cambian de una actividad a otra sin completar ninguna. Pero también puede manifestarse sin hiperactividad: niños tranquilos, no molestos, estos recién son identificados cuando tropiezan con varias dificultades de aprendizaje.
El D.A. no sólo trae consecuencias a nivel familiar sino también en la escuela. Los padres y docentes relatan que estos niños se caracterizan por el desorden total, pierden útiles, no completan las tareas, en sus cuadernos es común la desprolijidad y los espacios en blanco.
En el secundario estos comportamientos están acompañados
de actitudes de oposición y discusiones.
Para este trastorno existe tratamiento, pero antes se debe
realizar un diagnóstico multidisciplinario para asegurarse
que la falta de atención no se deba a otros problemas.
Luego del diagnóstico, es imprescindible el tratamiento
psicopedagógico donde se abordarán distintas
estrategias para cada caso, las que deben incluir al grupo
familiar y a la escuela. Lamentablemente, el sistema educativo
no está preparado para enfrentar los casos con Déficit
Atencional. Es por eso que padres y docentes tienen una gran
responsabilidad en torno a la focalización y tratamiento
del problema.
FADIP
Fundación para la Asistencia, Docencia e Investigación Psicopedagógica
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