Notas y Publicaciones
LA PAREJA: Dependencia emocional
Algunas personas poseen una forma particular de establecer
sus vínculos afectivos. Se caracterizan por tener una
imperiosa necesidad de asegurar la relación con la
persona elegida y con un intenso temor a ser abandonadas.
Tienen una apego excesivo, con actitudes de admiración,
sumisión y por lo tanto de una “dependencia emocional
exagerada”, necesitan confirmar permanentemente que
al otro le importan, que los eligen.
Son personas con un notable déficit en su autoestima.
Llegan incluso a distorsionar su autovaloración ignorando
sus valores positivos y maximizando los negativos. Como contrapartida
sobrevaloran e idealizan a su pareja.
Generalmente eligen personas narcisistas, despectivas y egoístas,
lo que retroalimenta su temor y desvalorización, ya
que este tipo de personas suelen manipular a “aquellos
que se someten al poder de sus encantos”, sólo
se aman a sí mismos.
Pero contrariamente a lo que podría creerse, el que
posee dependencia emocional tampoco ama, sino que sólo
le importa asegurarse que no va a ser abandonado. Es decir
que no establece un intercambio de afecto.
Pero, ¿cuáles pueden ser las causas de la dependencia
emocional? Seguramente nos tenemos que remitir a la historia
afectiva primaria.
Estas personas no pueden quererse ni respetarse, debido a
que no han sido queridos ni valorados adecuadamente por las
personas significativas de su infancia. Tuvieron vínculos
distantes y sobre todo ambivalentes donde si bien no han sido
abandonados, tampoco fueron confirmados. Existe un momento
en el crecimiento del niño normal en el que es el motivo
de orgullo de sus padres: “His majesty the baby (su
majestad el bebé, al decir de Freud). Sus logros son
reconocidos y festejados. Es a través de ese espejo
que devuelven los padres, que se va construyendo la estima.
Se internaliza esos padres que sostienen y alientan (en las
primeras etapas del recién nacido es fundamental en
este sentido la función de la madre). Esto le va a
otorgar la “capacidad para estar sólo”.
En las personas dependientes emocionales hubo fallas en esa
etapa: “el otro valorado tiene que estar siempre allí
para sostener su imagen”. A lo largo de la vida asumen
posiciones y eligen relaciones que los mantienen y confirman
en ese lugar.
Quienes poseen estas características suelen llegar
a la consulta precisamente en esos momentos cuando el peligro
de ser abandonada es inminente o ya se encuentran viviendo
esa situación.
A través de un trabajo terapéutico con un vínculo
terapeuta-paciente planteado en un comienzo de cierta dependencia,
de a poco, van logrando construir un “yo” más
fortalecido. Esto les permitirá el establecimiento
de relaciones afectivas más satisfactorias, basadas
en el equilibrio y la reciprocidad.
Lic. Silvana Santoro
Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense
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