Notas y Publicaciones
Estrés
Dentro del DSMIV (manual de diagnóstico de los Trastornos
Mentales), el Estrés está considerado un trastorno
de Ansiedad, describiendo en el mismo el Estrés Agudo
y el Estrés Postraumático.
El Estrés Agudo se caracteriza por la aparición
de algunos de los siguientes síntomas:
- Embotamiento
- Ansiedad
- Sensación de estar como fuera de la realidad
- Amnesia de ciertos hechos
- Poca reacción emocional
- Dificultad para disfrutar
- Dificultad para dormir
- Carácter irritable
- Intolerancia
- Dificultad de atención y concentración
- Inquietud
- Estado de alerta
Este cuadro se produce luego que la persona estuvo expuesta a una situación traumática donde padecieron o presenciaron situaciones de muertes o amenaza a su integridad física. La diferencia con el Estrés post Traumático es que el Agudo, aparece y se resuelve dentro del mes de acaecido el suceso.En el Postraumático persisten los síntomas luego del mes.
Pero además de estos cuadros que suelen requerir asistencia
psicológica y muchas veces psiquiátrica, todos
conocemos lo que en la vida cotidiana denominamos “Estrés”.
En este caso el factor estresante no es ocasional ni repentino,
sino que se produce por un sometimiento prolongado y permanente
a presiones y exigencias de respuesta que superan lo normalmente
tolerable y es entonces cuando el organismo reacciona.
Por lo tanto estrés serían las respuestas físicas
y psicológicas que se generan ante un estímulo
externo de amenaza o exigencia, es un intento adaptativo.
Pueden aparecer incluso algunos de los síntomas enunciados
para el Estrés Agudo.
Un factor muy importante es cómo la persona interpreta
los hechos:La sobrevaloración de lo amenazante y la
devalorización de los propios recursos para enfrentar
las situaciones suele ser una combinación explosiva.
Tanto hombres como mujeres están expuestos al estrés
y no existen diferencias significativas en la manifestación
del mismo.
Sí puede haber diferencias en los estresores (factores
generadores de estrés).
En el hombre, la actividad laboral y las presiones económicas
siguen siendo los estresores más frecuentes.
En la mujer se dan las mismas presiones laborales y económicas
sumadas a la necesidad de lograr conciliarlo con el rol de
madre y ama de casa, situación esta que no afecta en
igual medida al hombre. Entonces la ecuación es simple
la mujer se enfrenta a mayor cantidad de estresores que el
hombre. Por esta sobrecarga a la mujer le resulta más
difícil generarse espacios propios y permitirse tiempos
de recreación que permitirían regular el estrés.
Podemos enumerar algunas medias saludables para prevenir y disminuir el nivel de estrés:
- Disminuir actividades y aprender a priorizar
- Aceptar que no se es perfecto y bajar la exigencia sobre
sí mismo y sobre los demás.
- Respetar el sueño, la alimentación y aprender
a escuchar al cuerpo (no solo a los demás).Darle
tiempo a cada cosa
- Dar espacio a las actividades que generan relajación
y esparcimiento y no mezclarlas con lo laboral.
- Permitirse decir no : “no puedo”, “no
quiero”, “no ahora”.
- Soportar la espera y la frustración y no pelearse
con ella. Permitirse postergar cuando es necesario.
- Pedir ayuda cuando no se puede con algo.
Existen ciertos condicionamientos culturales que tienen la
fuerza de “mandato” y como tal resulta difícil
no considerarlos como “normales” y a partir de
esa creencia, ni siquiera hay permiso para cuestionarlos.
En el caso del hombre poder plantear si es el proveedor, que
la presión que soporta es mucha y que no puede “solo”
enfrentar las necesidades económicas.
En el caso de la mujer que trabaja, poder plantear que tampoco
puede “sola” con las exigencias laborales y familiares.
Dar lugar a estos replanteos pueden generar una dinámica
diferente más “a medida” de las necesidades
de cada integrante de la pareja.
Lic. Silvana Santoro
Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense
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