Notas y Publicaciones

Relaciones adictivas

Este tipo de vínculo se puede establecer en cualquier relación, pero lo más frecuente es que se establezca con una pareja.
Algunas carácterísticas del mismo son:
Malestar y peleas permanentes por reclamos y decepciones ya que el otro “nunca lo da todo” y por lo tanto siempre se está insatisfecho y se pide más.
El otro generalmente es un partenaire elegido a medida, da poco y alimenta de esta forma la dependencia, logrando “que estén pendientes” de él o de ella.Puede haber hasta mal trato físico, descuido, indiferencia, amenazas de abandono, infidelidades etc.
Pero la característica fundamental de este tipo de relación consiste en LA IMPOSIBILIDAD DE TERMINAR CON LA MISMA, aún siendo una fuente permanente de sufrimiento y decepción, creando para sostenerla, falsas ilusiones de cambio.

 

Cuando se da la ruptura, si llega a permitírselo, suele tener un grado de ansiedad y de malestar, que le implica estar “todo el día pensando en esa persona”, llegando incluso a tener síntomas físicos.
La reacción es similar a la de la abstinencia del adicto frente a las drogas o el alcohol, o de aquello de lo cual no puede prescindir.
Lo que sucede es que estar separados, sin “ la persona droga”, resulta insoportable, dado que quienes padecen esta patología establecen “vínculos de fusión” con el otro, quien es parte de sí, es un regulador de su ser y de su estima y le da una sensación ilusoria de “completud”:Esto es precisamente lo buscado y por supuesto, nunca alcanzado ni con una droga ni con un vínculo, pero la presencia de la persona o la droga en cuestión funciona como un objeto que facilita esa creencia, ya que además del otro lado, hay alguien que responde y de alguna forma retroalimenta esa creencia.

 

CAUSAS

Las causas para padecer este tipo de patología, como la de cualquier adicción, que son patologías del narcisismo, suelen estar relacionadas con la historia familiar y los vínculos afectivos aprendidos.Por exceso o por carencia, el germen de lo patológico, se encuentra allí.

 

¿CÓMO SALIR?

Al igual que con cualquier adicción, lo primero es reconocerla y hacerse cargo y lo segundo es querer abandonarla.
Al ser patologías de la constitución del ser, resulta imprescindible recurrir a un tratamiento adecuado, que acompañe, no sin obstáculos, trabajar profunda y lentamente a fin de lograr reparar y construir lo que originalmente fue fallido, para llegar a ser alguien lo suficientemente fuerte como para permitirse establecer vínculos autónomos y discriminados, que tolere las frustraciones, que acepte que no puede acceder al todo, que dentro de las frustraciones, también pueda asumir las pérdidas y convivir con un cierto malestar existencial de incompletud.

 

 

Lic. Silvana Santoro

Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense

 

 

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