Notas y Publicaciones
Vacaciones y crisis de pareja
Las vacaciones suelen ser esperadas e idealizadas, pero depende
de cómo se encuentre la relación lo que sucederá
durante las mismas y la vivencia posterior.
En algunos casos este momento, puede precipitar la decisión
postergada de ponerle punto final a la relación.
Pero nunca “la culpa” será de las vacaciones,
sino de los conflictos previos o de lo que se encontraba latente
y quizás se puso de manifiesto al tener que compartir
mucho tiempo con el otro.
Si la pareja se encuentra en un momento terminal o muy conflictivo,
las vacaciones es muy probable que sean un infierno.
Hay distintas variables para manejar cuando se planifican
las vacaciones en pareja y que si no son bien manejadas pueden
ser fuente de malestar o de verdaderas batallas campales esté
como esté la relación.
ELECCION DEL LUGAR
Es importante que si no hay coincidencia se aprenda a negociar
o bien elegir un lugar que medianamente los dos puedan disfrutar.
Otra alternativa es que elija una año cada uno.
LAS ACTIVIDADES
Regla número uno, respetar las necesidades o gustos
individuales.Por ejemplo puede darse el querer dedicarle tiempo
a alguna actividad deportiva, pesca, navegación, golf,
etc..Si bien esto puede “quitarle tiempo” al estar
en pareja, es muy saludable permitirse ese espacio con generosidad
y reconociendo las diferencias.
LAS FAMILIAS
También las familias, esté la pareja en crisis
o no, pueden ser un motivo de conflicto.La tuya, la mía
si se la incluye o no y ni que hablar si hay convivencia.
En la actualidad se suman variables como las de los hijos
provenientes de matrimonios o parejas previas.
Las opciones pueden ser variadas:
Vacacionar cada uno con sus hijos y compartir algunos días
con las nuevas parejas o familias o bien mantener las mismas
en forma separada, son alternativas que cada familia manejará
según las circunstancias.
Lo que es importante es que las familias de cada uno no ocupen
todo el tiempo destinado para las vacaciones y si es posible,
destinar unos días a que la pareja esté sola,
sin la interferencia de amigos, hijos, padres o hermanos.
La premisa es que haya la menor cantidad de condicionamientos:”hacer
lo que se quiere o se tiene ganas” es fundamental para
que se cumpla con el objetivo de las vacaciones.
LA SEXUALIDAD
La exigencia de disfrutar afecta directamente a la posibilidad
de lograrlo y una de las areas donde impacta directamente
es en lo sexual.
La vida cotidiana que se desarrolla durante el año
interfiere en la vida sexual de una pareja, dado que el ritmo
de vida actual suele ser intenso.
Las vacaciones pueden ser un momento de reencuentro y acercamiento,
pero es importante respetar la espontaneidad y que el deseo
surja naturalmente sin presiones.
LOS AMIGOS
Suele ser una alternativa no explicitada cuando la pareja
no está bien, buscar compartir las vacaciones con amigos
para evitar la intimidad y que no aparezcan los conflictos
o el aburrimiento.
Puede funcionar pero una vez mas será “meter
la basura bajo la alfombra”.
En el caso de las parejas que no estén en crisis y
deciden compartirlas con amigos, es muy importante que el
grupo no haga que desaparezcan los espacios de pareja, de
familia e individuales.
TAREAS Y RESPONSABILIDADES
Las vacaciones son para todos y se deberá generar una
dinámica diferente a la que se tiene durante el año.A
veces resulta natural que la mujer se haga cargo de las compras,
la comida, los hijos aún en vacaciones.Si esta forma
de funcionar es la acordada, en las vacaciones se deberá
recontratar.Repartir responsabilidades y tareas en forma consensuada
evitará reproches y enojos.
En todos los ítems enunciados hay un común denominador no a la exigencia y a la idealización, no al egoísmo y Un lugar para cada cosa, ayudará a que cada cosa esté en su lugar y que las vacaciones resulten más satisfactorias.
Lic. Silvana Santoro
Centro de Psicología Clínica, Laboral y Forense
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